¿Te preocupa ir a terapia por la confidencialidad?

¿Te preocupa ir a terapia por la confidencialidad?

Uno de los temores más comunes al considerar iniciar una terapia es la preocupación por el secreto profesional y la confidencialidad. Muchas personas se preguntan si podrán hablar con tranquilidad y sin miedo a que su información personal sea revelada. Por ello, es importante conocer los derechos que tenemos como pacientes y las obligaciones de los y las profesionales de la terapia.

La confidencialidad en la terapia: un principio fundamental

Los y las profesionales de la terapia están sujetos a un estricto código deontológico que garantiza la confidencialidad de las sesiones. Además, la Ley de Protección de Datos y otras normativas regulan el uso de la información que se comparte en terapia, protegiendo el derecho a la privacidad de las personas usuarias.

¿Cuándo se debe respetar la confidencialidad?

En términos generales, toda la información compartida en un proceso terapéutico es privada y no puede ser divulgada sin el consentimiento explícito de la persona atendida. Esto incluye aspectos como:

  • El contenido de las sesiones
  • Los datos personales e informes terapéuticos
  • La propia asistencia a terapia

Excepciones a la confidencialidad

Aunque la confidencialidad es un derecho fundamental, hay algunas excepciones previstas por la ley y el código deontológico en las que un/a profesional puede estar obligado/a a romperla:

  • Riesgo grave para la propia persona: Si la persona manifiesta una intención clara e inminente de hacerse daño a sí misma, el/la profesional puede alertar a familiares o a los servicios de emergencia para proteger su vida.
  • Peligro para terceras personas: Cuando hay indicios claros de que alguien puede hacer daño a otra persona, el/la profesional está obligado/a a informar a las autoridades pertinentes.
  • Situaciones de maltrato o abusos: En casos de violencia sobre menores, personas en situación de vulnerabilidad u otras situaciones similares, los y las profesionales tienen el deber legal de denunciarlo para proteger a las víctimas.
  • Requerimiento judicial: En algunos casos, un tribunal puede solicitar información sobre una persona en proceso terapéutico. No obstante, la divulgación de datos siempre estará sujeta a una justificación legal y proporcional.

Confianza y seguridad en terapia

Las excepciones son situaciones puntuales y extremas. En la gran mayoría de los casos, lo que se dice en terapia permanece entre la persona y el/la profesional. Los profesionales trabajan para generar un espacio seguro donde cada individuo pueda expresarse con libertad, sin miedo a ser juzgado ni expuesto.

Si tienes dudas sobre la confidencialidad en tu terapia, no dudes en hablarlo con tu/a profesional de referencia. Saber que tu información estará protegida es esencial para sentirte cómodo/a y aprovechar al máximo el proceso terapéutico.

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